lunes, 20 de julio de 2009
MANUEL SCORZA TORRE GRAN ESCRITOR PERUANO
MANUEL SCORZA
REDOBLE POR LA VIDA QUE VENDRÁ
Manuel Scorza Torre (Lima, 9 de setiembre de 1928), integrante de la excepcional Generación del 50, pertenece a la pléyade de quienes fusionaron creación literaria -por la que alcanzó éxitos extraordinarios a la vez que magistral vigencia- con inequívoca y valerosa adhesión al Socialismo, haciendo de su trayectoria humanista una ejemplar referencia en la brega por un Perú nuevo dentro de un mundo nuevo*. ¡Honor al mérito!
En sus novelas Redoble por Rancas, 1970; Garabombo el Invisible, 1972; El jinete insomne, 1977; Cantar de Agapito Robles, 1977; La tumba del relámpago, 1979; y La danza inmóvil, 1983 -¡traducidas a más de cuarenta idiomas!-; Scorza ha perennizado la fortaleza y el heroísmo de nuestro pueblo en lucha por la libertad y la justicia. Y su poesía -cuyos leitmotiv son la Revolución y el Amor- es una de las más altas del Perú y nuestra Patria Grande: Canto a los mineros de Bolivia, 1952; Las imprecaciones, 1955; Los adioses, 1960; Desengaños del Mago, 1961; Réquiem para un gentilhombre - Elogio y despedida de Fernando Quíspez Asín, 1962; Cantar de Túpac Amaru, 1969; El vals de los reptiles, 1970; Lamentando que Hans Magnus Enzensberger no esté en Collobrièrs, 1973. También destacó como periodista; y sus dotes de brillante ensayista se manifiestan en Literatura: Primer territorio libre de América. Como editor-promotor realizó, en el Perú y varios países de América Latina, una de las más vastas obras culturales y educativas de nuestro tiempo: Festivales del Libro y Populibros Peruanos.
La apasionada forja de su obra le valió diversos reconocimientos. Entre éstos, en 1955, ¡los tres primeros lugares! de los Juegos Florales Internacionales por el Cuarto Centenario de la Universidad Nacional Autónoma de México, cuando vivía allí deportado por la nefasta dictadura odriísta. En 1956, de vuelta al país, alcanzó el Premio Nacional de Poesía por Las imprecaciones. En 1971 fue finalista -en realidad, el primer lugar se le negó ex professo- del Premio Internacional Planeta por la mundialmente célebre Redoble por Rancas.
Acudir cuánto antes a la convocatoria de la poética y novelística scorzianas es un imperativo vital para quien es alma matinal, hoy y siempre. Porque ambas son, ¡y a la misma vez!, magníficos espacios de deleite e inspiración con la palabra y la imagen; e inagotables fuentes de certeza y vitalidad en el cumplimiento de nuestro deber primordial, para ejercer nuestro esencial derecho humano: hacer realidad una sociedad distinta, lograr un Perú superior. ¡Qué irreparable pérdida fue su trágica partida!, aquel aciago 27 de noviembre de 1983, en el accidente del aeropuerto de Barajas, Madrid, cuando retornaba desde París a residir definitivamente con nosotros, y a cumplir, in situ, su rol de militante-dirigente revolucionario en la gesta proletaria y popular de aquellos turbulentos años. Scorza hunde sus fibras de creador descollante e indoblegable luchador social en nuestros fervorosos anhelos de la conquista del pan y la belleza**, de patria y soberanía, de justicia y liberación. ¡Nos haces una falta sin fondo!***
Reitero: Precisamente porque constituyen, en admirable fusión, cumbres de arte literario y victoriosos heraldos de un mundo mejor, la poesía y la narrativa de Scorza desafían el infame complot del silencio y la distorsión que ejercen la educación y la cultura del sistema social dependiente y subdesarrollado -salvo rarezas, sobre todo en el ámbito universitario, que honran a sus autores-; retan la exclusión aleve de la crítica cobarde y sectaria; resisten la perversa supresión de la dictadura mediática neoliberal -lo que eleva aún más a los generosos medios y comunicadores que se niegan a sumarse al complot del silencio contra él y su obra-. En suma, son poesía y narrativa que enfrentan, victoriosas, el todopoderoso andamiaje mental del capitalismo rapaz, degradante, salvaje. Por ello, para nosotros, para nuestro pueblo y su destino histórico, Manuel Scorza y sus obras siempre serán lo que son: clásicos de la Literatura nacional e internacional, y se abren paso derrotando el poder de la burguesía decadente y sus epígonos literarios: los patológicamente ‘puristas’; avanzan venciendo a sus grotescos aliados: los tránsfugas de ayer y hoy.
En conmemoración del 80 aniversario de su nacimiento, del 25 aniversario de su partida, ¡y celebrando su entrañable presencia!, llena de orgullo y dignidad expresar, con las más sentidas gratitud y admiración, que el vivificante legado literario-cultural revolucionario de Manuel Scorza, ratifican y enaltecen a quienes, como él, luchamos sin dobleces ni apostasías, por la vida que vendrá. / Jaime Guadalupe Bobadilla
* / **José Carlos Mariátegui Amauta - Presentación / La escena contemporánea - Henri Barbusse
*** César Vallejo Los heraldos negros - A mi hermano Miguel
Texto entregado el 1/9/2007 para el memorable Informe Especial por el 79 aniversario de su nacimiento: Scorza: El tiempo y el recuerdo, que publicó el diario La Primera el 15/9/2007, en las páginas centrales, por iniciativa mía y gracias al fraterno apoyo de su editor de Cultura, el Maestro José Luis Ayala Olazábal, en el que citó el párrafo final. Lima, 27 de mayo de 2008. / Jaime Guadalupe Bobadilla
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