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lunes, 20 de julio de 2009

¡CAMARADA MANUEL SCORZA! ¡PRESENTE! BUENA SEÑAL

¡BUENA SEÑAL, CAMARADA SCORZA! &&&&&&&&&&&& &&&&&&&&&&&&&&&& A veces, la historia obliga a los pueblos a perder la memoria. Manuel Scorza &&&&&&&&&&&&&&&&&& &&&&&&&&&&&&&&&&&& &&&&&&&&&&&&&&& Crónica del Homenaje por el 20 Aniversario de su partida, el 27 de Noviembre de 2003, en la Escuela Nacional de Folclor José María Arguedas &&&&&&&&&&&& &&&&&&&&&&&&&& César Rojas Vidarte &&&&&&&&&&&& &&&&&&&&&&&&&& &&&&&&&&&&&&&& Diecinueve años y trescientos sesenta y cuatro días. Hace tanto tiempo -y tanta historia- que nos dejó nuestro poeta, narrador, promotor cultural, político y genial Manuel Scorza. Jaime Guadalupe Bobadilla, con todos sus años a cuestas pero admirablemente joven, organizador de ésta y tantas veladas artísticas, es una leyenda viviente. Dirigente de singular protagonismo en el tiempo de la lucha sin cuartel contra la dictadura militar, último Secretario General del Centro Federado de la Facultad de Letras y Ciencias Humanas de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos -que en aquel tiempo agrupaba también a los estudiantes de Ciencias Sociales y Psicología-, es un consumado maestro de Escuela, en Secundaria. Actualmente labora en la Derrama Magisterial. Fervoroso partidario del cine mayor y de la mayor música, es uno de los mejores declamadores que conozco. La Escuela Nacional de Folclor José María Arguedas, en la primera cuadra del límeñísimo jirón Ica, es el albergue para que Jaime tome posesión del estrado, cuando faltan diez minutos para las ocho de la noche. Con su Auditorio totalmente colmado, integran la Mesa de Honor el Embajador Edgardo de Habich; el legendario izquierdista, Doctor Genaro Ledesma Izquieta; el Director de la Escuela anfitriona, Doctor Emilio Morillo Miranda; el hijo, Manuel Scorza Hoyle; y el intelectual y escritor, Director del Instituto del Libro y la Lectura, Danilo Sánchez Lihón. Jaime nos informa que Scorza tuvo mucha influencia de los escritos de Arguedas en las ideas que plasmaba en sus obras, pero que su mayor homenaje al Maestro José María lo hizo al difundir sus obras, aún desconocidas, en su faceta de promotor cultural, como creador y principal impulsor de los Festivales del Libro y Populibros Peruanos. Pasada la introducción, es hora del Embajador de Habich, quien se refiere a Scorza como a su “entrañable amigo”, recordando cuando se reunían los domingos por la tarde en la hacienda Zárate, casa de Enrique Solari Swayne -el autor de Collacocha-, allá por la época de las dictaduras “duras”, remarca. Uno de esos días llegaron a casa de Arguedas, fuente de su inspiración para amar las letras; pues además de colaborar con él en Populibros, le presentó al ahora Premio Nobel, Günter Grass, en París: una experiencia inolvidable. Momento cumbre en su recuerdo del poeta es cuando fue hallado el cadáver de Scorza en el aeropuerto de Barajas, España; que entre sus manos aferraba, ya irrecuperable, un ejemplar de su última novela, que por ello no llegamos a conocer. El impacto del accidente y la tragedia de su pérdida, motivó al diplomático a escribirle su poema Réquiem para un poeta, texto que pone en manos de Jaime para que lo difunda como él sabe hacerlo, porque es su ofrenda al hermano ausente. Todos aplaudimos conmovidos. Con su florecimiento verbal, comienza Danilo Sánchez Lihón. “¿Quién no ha recitado un verso?”, es su ‘caballito de batalla’ para introducirnos al significado de Cantar de Túpac Amaru, poemario de Scorza tan significante como desconocido. Hora de volver a sentir la disyuntiva del inmortal escritor: pasar de la poesía a la narrativa -siempre teniendo a la Patria como el eje mayoritario y trascendental de sus obras-, para denunciar –con mayor éxito- los abusos contra el pueblo; es decir, con mayor llegada a las masas. Sánchez Lihón no duda en declarar a Scorza un Prometeo liberado, solamente “encadenado al amor y pasión por su pueblo”. Pudo ser un hombre de armas y decidió ser un hombre de letras. Desde su niñez, el autor de Redoble por Rancas quería ser militar. Como alumno destacado del Colegio Militar Leoncio Prado pudo haber ingresado directamente a la Escuela Militar de Chorrillos, pero en vez de eso optó por otro destino, mientras los compañeros del grupo del cual era líder ingresaron, y llegaron a generales y hasta a comandantes generales del Ejército. Pero él fue Comandante en Jefe de la cruzada triunfal de los Festivales del Libro y Populibros Peruanos. En esas épocas de leonciopradino, una vez esperó, en 1948, la orden de Haya de la Torre para tomar el cuartel del Colegio, con todos los fusiles que contenía, pero nunca llegó tal orden, como tantas veces en otras seudo revoluciones apristas, explica Sánchez Lihón. Para finalizar, destaca el “puro y fulgurante corazón de Jaime Guadalupe Bobadilla”, reafirmando que Scorza es “una bandera de guerra en estos tiempos oscuros”. Todos nos adherimos con nuestros aplausos. Recorrido actor de las cusas populares, experimentado político de izquierda, legislador tantas veces en el caótico Parlamento peruano, personaje real de Redoble por Rancas, Genaro Ledesma Izquieta nos precisa que Scorza ha sido traducido... ¡a más de cuarenta idiomas!, y que nunca fue un autor marginal, como algunos se empeñan en catalogarlo, pues es leído en diversos países y, por ejemplo, muy admirado en Europa: “¡Manuel no ha muerto!”. Asimismo, nos dice que en la reciente colección de clásicos de la Literatura, ofrecida por el diario El Comercio, Redoble por Rancas ‘voló’ de los quioscos, no obstante que los medios silencian su importancia. Scorza había sido elegido para la Asamblea Constituyente de 1978, pero él, junto a la Doctora Laura Caller Iberico, la inigualable abogada de las causas justas, renunció a su condición de constituyente en solidaridad con los políticos de izquierda, entre ellos el mismo Genaro, que habían sido apresados y deportados por la dictadura de Morales Bermúdez a la Argentina del tenebroso genocida Videla. Y su participación activa, no simplemente denunciando los abusos en sus obras literarias, sino con su presencia física para defender al pueblo con su pecho. El 2 de mayo de 1960 hubo revuelta en Yanahuanca, los campesinos tomaron tres haciendas, y Scorza viajó hasta allá para defenderlos de una matanza. El ex parlamentario cuenta cómo contactó a Manuel Scorza con Héctor Chacón -el Nictálope de Redoble por Rancas-, quien le dio información para la histórica novela -y las que la continuaron-, sobre el azote de la Cerro de Pasco Corporation en nuestro país. Hace unos años, Ledesma recibió una carta de un preso político en Argelia -condenado a cadena perpetua-, quien le contó que se inspiró en Scorza para escribir lo que ocurría en su país. Tras exigir a la editorial PEISA la reedición sus libros, Ledesma usa la fórmula del poeta mayor César Clavo, para invitar a Scorza a que sea aclamado: “Compañero Scorza, venga hacia nosotros, por favor. Todos, de pie, aplaudamos a Manuel Scorza”. Este gesto produce la emoción de los presentes, quienes sentimos al espíritu del genial peruano dirigirse hasta el estrado para recibir nuestra ovación. En el momento estelar del acto, Jaime saluda a la autora de sus días, a la Maestra Amada de Jesús, quien fundó el Colegio 2032, en San Martín de Porres, que hoy, en rarísima y feliz coincidencia, se llama... ¡Institución Educativa Manuel Scorza Torre!, lo que nos hace aplaudirlos a su digna madre y a él. También agradece a Pedro Escribano, Editor Cultural del diario La República, por la difusión del acto conmemorativo y de otros homenajes scorzianos, y, enfundado en su elegante terno oscuro y corbata azul, con el acompañamiento musical de Piero Bustos y Jorge Acosta, habitantes del Averno y demás perlas del legendario jirón Quilca -palabra quechua que significa escritura, ¡y dicen que los quechuas no la tuvieron!-, comienza su declamación. Patria pobre es el primer poema scorziano, que culmina con que el nuestro es “un país de gente tan pobre,/ que ni siquiera en el ocaso da sombra.” Luego, el magistralmente épico y convocante Canto a los mineros de Bolivia. A continuación, Cantando espero la mañana y su legendario “Amigos,/ jamáis perdáis la fe”, poemas acompañados de la música de magníficas canciones del folclor quechua-aymara. Pero el clímax es con Serenata, donde el desamor por la amada que se fue se sirve de la recordada Esacalera al cielo / Stairway to heaven, de Led Zeppelin, para dar contexto sonoro a “Íbamos a vivir toda la vida juntos;/ íbamos a morir toda la muerte juntos”; que “adiós es reírse de otras cosas,/ morirse de otras penas;” y empapado por innumerables lágrimas celestiales, “La lluvia que a ti te moja me deja seco a mí.”, concluyendo en que “A la hora en que parten los adioses,/ el poeta sólo puede pedirle a las golondrinas/ que vuelen, sin cesar, sobre tu sueño.” Y en el rubro final, la agónica -Unamuno díxit-, Epístola a los poetas que vendrán, donde Scorza nos convoca a unirnos todos, “¡para quemar, juntos, el mundo donde estuvo la tristeza!” El colofón viene con América, vuelve a tu casa –con La casa del sol naciente / The house of the rising sun, canción-símbolo del rock clásico, creación de Bob Dylan y popularizada por The Animals; seguida, en bellísima complementación, por La Internacional, el himno universal de los trabajadores-, como telón musical para que su fervoroso difusor nos ofrezca la convocatoria y los anhelos del poeta: “¡Camaradas!:/ En esa aurora aguardadme;/ pero si ese día llega y estoy callado y no respondo;/ ...si, con palomas de amor el amor me llama/ y estoy callado y no respondo;/ llámame América, llámame Perú, llámenme con su voz,/ ¡y marchará mi polvo tras vuestra bandera roja!” ¡Ovación scorziana de pie y con el corazón en la mano! Complementaron la reunión Manuel Scorza Hoyle y sus recuerdos de juegos infantiles en el Museo de Antropología, mientras su padre conversaba con Genaro Ledesma; y sus recuerdos también infantiles de Héctor Chacón y Agapito Robles. Con su conmovido agradecimiento a Jaime por defender y difundir la obra de su padre y organizar el Homenaje, el hijo del inmortal Scorza deja su lugar para que participe el Maestro Emilio Morillo. El Director de la Escuela Nacional de Folclore José María Arguedas se regocija constatando cómo los Jueves Arguedianos se han elevado aún más al homenajear a un genio inspirado en la obra del también inmortal autor de Los ríos profundos. Finalmente, su homenaje musical: con su quena en las manos, en los labios y en el alma, nos deleita con melodías andinas tan ancestrales como presentes... Y llenos de poesía y de música, de arte y de cultura, se clausura el Homenaje. Todos a conocernos nuevamente, a disfrutar del vino y los bocaditos, mientras el recuerdo de Scorza provoca alegrías y optimismo, abrazos y regocijo, proyectos que alguna vez empezarán. Y entre todos nosotros, desbordando afectos y gratitud, la querida presencia de Jaime Guadalupe Bobadilla. Sólo queda decir, en las palabras de nuestro declamador: ¡Camarada Manuel Scorza! ¡Presente! ¡Buena señal! Lima, 28 de noviembre de 2003

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