DONATIVOS PARA RUMBO A GAZA II

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miércoles, 14 de agosto de 2013

EMILIO MORILLO MIRANDA

TESTIMONIO DE EDUCADOR
Disertación en la ceremonia de distinción con la Orden Amauta del Perú Eterno, otorgada por el Movimiento Cultural Capulí, Vallejo y su Tierra, realizada en la Escuela Nacional Superior de Folcklore José María Arguedas, en Lima, el viernes 30 de noviembre de 2012.
Distinguida concurrencia: ¿Quiénes somos? ¿Qué condiciones sociales,  culturales y educativas influyeron decisivamente en nosotros? ¿De dónde venimos y cuál es nuestro norte? ¿Cuál es el sentido de nuestra existencia? No pretendo dar respuestas, sino apenas ofrecer mis experiencias personales de momentos trascendentes de mi dilatada labor magisterial en torno a estas  decisivas interrogantes.
Precisamente por ello expreso mi mayor, imperecedera gratitud a los seres que  me dieron el ser: a mi padre, don Felipe Morillo Ponte y a mi madre,  doña Elsa Miranda Montero. Asimismo, a todos mis hermanos y hermanas, a mi familia íntima y más inmediata, en especial a mi bienamada esposa Elsita,  que con el más afectuoso esmero  cuida mi vida. A mis hijos Camilo, Diana y Tania, a quienes llevo siempre en mi corazón. A mis estimados suegros, don Juan Encinas Valdivieso y doña Teresa Llanos Torres, que con su singular y contagiante estado de ánimo están prestos a festejar las buenas noticias. A mi sobrino Juan Manuel Rivera Encinas, por su valioso, solidario apoyo. Gracias infinitas a todos ustedes, que constituyen mi familia grande,  porque  nos unen vínculos indisolubles, las luchas y nuestros ideales comunes. Gracias, nuevamente y siempre,  apreciado amigo y hermano Danilo Sánchez Lihón, Fundador y Presidente de Capulí, Vallejo y su Tierra, Quijote de las causas justas y de la brega hecha poesía, por promover este reconocimiento. Mi emocionado reconocimiento a María Victoria González Lozano, maestra de maestros, que esta noche me ha hecho revivir épocas de apasionada entrega educadora y de audaces innovaciones pedagógicas.  Mi acendrado afecto a usted, distinguido doctor Wálter Vásquez Vejarano,  ex Presidente de la Corte Suprema y del Poder Judicial de la República del Perú, por aceptar imponerme, desde vuestra nombradía, esta  distinción que enalteceré siempre. Mi saludo al  Director General de la Escuela Nacional Superior de Folklore José María Arguedas, doctor Roel Tarazona Padilla, por su tan certera, generosa exposición, al maestro de maestros Javier Salas Ávila Director de Difusión de la Escuela Nacional Superior de Folklore, amigo entrañable, siempre dispuesto a ofrecer generosamente su solidaridad; y a los maestros y maestras, a los estudiantes,   y a los trabajadores administrativos de esta institución, a la que siempre perteneceré, porque mi estancia en ella ha impactado indeleblemente en mi ejercicio profesional.
Mi vida ha sido y seguirá siendo una permanente experiencia de aprendizaje, y ello se debe a las riquezas que he recibido y siempre acojo de quienes han compartido y son parte de mi existencia.

MI INFANCIA
Vine al mundo en el otro extremo de nuestra Patria. En los Andes Orientales,  más allá del    bravío río Marañón. Vi la luz en el anexo,  de Huancas, Tayabamba, en la provincia de Pataz, en la región La Libertad. Allí viví y sentí  la aldea, un microcosmos en el que se entrecruzan fenómenos contradictorios del prodigio de los frutos y las flores de la naturaleza, las lluvias torrenciales que lo llevan todo,  el mundo de la escuela y la cultura de la celebración en las siembras y cosechas, así como las fiestas religiosas, y, cómo no, las serenatas de los jóvenes a las muchachas. Escuché absorto relatos, mitos y leyendas de la gente sencilla del campo. Allí bebí la primera leche de la cultura. (Juan Manuel: lectura de un fragmento de mi poema  Niño de Huancas)

                               II

Bajan las aguas
del Purgatorio
ante los ojos temerosos
de los campesinos.
Imperceptible,
el culebrón
devora
el balido de los corderos,
las sementeras,
las esperanzas.

III

Pasaron los días.
A media mañana
llega feliz
la hora del recreo,
los trompos zumban
en torno a los tejos,
la ronda del lobo
con pallares
de varios colores,
los escondidos,
el callejón oscuro,
saltando en un pie
el mundo en piso seguro;
el melo no duele
en el jolgorio,
carga a la burra,
chócale para la salida.
Todo ello,
en el bullicio
de la escuela fiscal.

        IV

Ya es agosto,
olorosas se elevan
las nubes
de los hornos y cocinas,
las dianas y avellanas
llenan de alegría
a niños y jóvenes
del caserío.

Suenan los cascabeles
de los danzantes
al compás
de flautas y bombos,
se agitan en el aire
ágiles monterillos,
huaris mitológicos,
indios campas y pallas
en la fiesta patronal.


La Escuela Fiscal de Huancas brindaba educación solo desde transición hasta  tercero de Primaria, todo a  cargo de  mi maestro y padrino, César Viera Correa.  La vida transcurría  apacible.

En la fiesta patronal me atraía especialmente la música de los danzantes, las trompetas a dúo de las bandas de músicos de Queros, las orquestas de flautas de carrizo, hojitas de yerba santa y eventualmente la guitarra del tío Eloy Viera Correa. Mi mundo se amplió cuando fui a estudiar a Tayabamba,  capital de la provincia. Nuevos amigos, entre ellos Hugo Flores Escudero, Jorge Caballero Noriega y César Goicochea Escudero y mis maestros Carlos Merino  y Julio César Escudero oliveros. En una velada cultural de la Escuela 281, a los 11 años, debuté como músico. En dúo de quenas con Norman Guadiamos interpretamos El cóndor pasa, esta sobrecogedora, emblemática canción nacional.


LOS MIGRANTES INVADIMOS LAS GRANDES CIUDADES
Fui parte del movimiento migratorio del campo a la ciudad. Mi despedida fue dramática, un desgarramiento afectivo. Mi viaje a Trujillo, un desastre. Me dio soroche. Con Jorge Caballero Noriega, niños ambos, viajamos a la costa. Mi destino, Lima. (Interpreto, en quena, el villancico Pastoras de Huancas)

Llegamos trayendo el fiambre en nuestras alforjas y shicras, también ilusiones y sueños de progreso. En Lima, desde los años 50 del siglo pasado, acontece  un intenso diálogo intercultural, la afirmación de identidades y el acrisolamiento de un país nuevo. Lo atestiguan las miles de organizaciones, asociaciones y clubes de migrantes que celebramos nuestras fiestas  en íntima conexión con nuestros  lugares de origen. En la gran ciudad, mis paisanos fueron emergiendo como pequeños y medianos empresarios exitosos. Así se refiere José María Arguedas a este devenir, tan multitudinario como  refundacional: “Al inmenso pueblo de los señores hemos llegado y lo estamos removiendo. Con nuestro corazón lo alcanzaremos, lo penetraremos”.  Llegamos con los valores ancestrales de nuestras culturas, como la afectividad, la reciprocidad y el trabajo  colectivo.
En este escenario hemos participado activamente, escribiendo y publicando en revistas como Vanguardia Huancas, Amistad Patacina y Aky Pataz. Integramos  instituciones representativas del entrañable terruño. Fuimos Presidente del Comité de Fiesta  de San Cayetano de Huancas y de Santo Toribio de Tayabamba, movilizando a cientos y miles de personas. Para asumir estas importantes responsabilidades, previamente he bailado como huari a la edad de 5 años, tocado flauta con la danza de los Indios Campas, en las Navidades, y en las fiestas de Los Reyes Magos con los migrantes de Taurija, en Lima. En ese proceso alentamos, con Esteban Meza Correa, Edwin Sánchez Acosta y Alejandro Goicochea Escudero, entre otros, la organización de las Noches Culturales “Los Tesoros escondidos de Pataz” como parte de las Fiestas Patronales, que contribuyen afirmar nuestras identidades y proyectos de vida colectivos.

EN LA REFORMA EDUCATIVA DE 1972
Como Entrenador de la Reforma de la Educación fuimos protagonistas de una experiencia de transformación educativa articulada a procesos de cambios estructurales en la sociedad peruana,  protagonizados por el Gobierno Militar de Velasco Alvarado. Se pasó de un régimen terrateniente y exportador de materias primas a un proceso lento de desarrollo capitalista y del mercado interno.
La reforma educativa se orientó por los siguientes fines: 1. El trabajo adecuado al desarrollo integral del país;  2. El cambio estructural y el avance permanente de la sociedad peruana; 3. La autoafirmación e independencia del Perú dentro de la  comunidad internacional; así como con los principios de criticidad, creatividad y cooperación. Estuve en Abancay, Ayacucho, Huaraz  en las experiencias de reentrenamiento docente, y después en Trujillo como Subdirector Departamental de Educación con apenas dos años de servicios oficiales como maestro. En Trujillo promovimos la elección de los primeros diez Directores de los Núcleos Educativos Comunales, con la opinión favorable de los maestros, padres de familia y autoridades locales, canalizados mediante una encuesta.
En 1974 se inició la implementación del primer ciclo de la Educación Superior, con la organización y funcionamiento de las Escuelas Superiores de Educación Profesional -ESEP. En estas circunstancias tuve la ocasión de ser parte de la lucha contra el “caballo de Troya”, que significó la presencia de la tecnología  educativa sistémica -  TES, de fundamento estructural-funcionalista y neoconductista, que pretendió distorsionar la orientación teleológica de la reforma educativa mediante el control de las conductas. Desarrollé, en la ESEP de San Miguel, en Lima, la investigación La incompatibilidad de la tecnología educativa sistémica en la formación integral del educado (con la que opté el grado de Doctor en Ciencias de la Educación). Demostramos que, en la práctica, la TES se dirigía en sentido contrario de la plasmación de los principios de criticidad, cooperación y creatividad de la reforma de la educación.
El nefasto golpe de Estado de Morales Bermúdez frustró esta experiencia sui géneris en el mundo. Luego, el segundo Gobierno de Belaunde significó la restauración de la educación tradicional, con un retroceso de 40 años.

FORMACIÓN INTEGRAL EN LA CANTUTA
Estudié primero y trabajé después en la Universidad Nacional Enrique Guzmán y Valle -  La Cantuta. Allí asumí la concepción y la práctica de la formación integral del maestro y del educando. Con mis compañeros, que también venían de diferentes lugares del país, asumimos el compromiso de servir a nuestro pueblo de todo corazón. En la década del 80, con los maestros Diógenes Alminagorta de la Vega, Celestino Otiniano Arciniega y Cesar Bravo Lalangui, previo diagnóstico integral de Chosica, desarrollamos exitosamente con los niños y padres del tercer grado de Primaria de la Escuela-Laboratorio, el proyecto El Biohuerto. En esta experiencia se articuló, con este eje transversal, el desarrollo de todas las áreas del currículo. Constituyó  uno de los antecedentes de la experiencia e innovación pedagógicas que después se cristalizarían  en el Colegio Primero de Mayo, en que ejercí, con entrega plena, su Dirección.  
Como autoridad universitaria, en el Vicerrectorado de Administración, empezamos a trazar las primeras ideas para dotar a La Cantuta de un proyecto educativo estratégico a fin de enfrentar exitosamente  los nuevos desafíos de la revolución del conocimiento y  las demandas de una educación de calidad, pertinente y equitativa en el país. Este intento se frustró debido a los tiempos aciagos de la guerra interna y del terrorismo que ensangrentó inútilmente a nuestra Patria. La feroz dictadura tomó el control de la Universidad y tuvimos que trasladarnos a otros escenarios para continuar con nuestro compromiso docente.
Cuando me desempeñé como catedrático en la UNE sufrí un grave accidente y tuve que dejar mi deporte favorito: caminar por los desiertos, las cordilleras y la espesura de la selva. Este episodio me dio el espacio para repensar mi destino y reubicar mi futuro plenamente en la actividad educativa y cultural, en un contexto nacional y mundial signado por la crisis de los proyectos sociales y políticos. (Juan Manuel: lectura de  mi poema  Corazón de Maestro)
CORAZÓN DE MAESTRO
Llegaste nuevamente
a mi lecho de enfermo
con la frescura del guarango
el perfume de la yerba buena
y tu corazón de maestro.

Entonces
la felicidad desplazó
al dolor de mis metatarsos
como cuando
gozamos embriagados de la primavera
luego de haber llorado el invierno
o esperamos ansiosos el amanecer.

Llegaste muy a mi  lado
trayendo la dulzura de los niños
el murmullo de las aves
como multitudes,
barbechando los embriones de la aurora.

INNOVACIÓN EN EL COLEGIO PRIMERO DE MAYO
Después de un Concurso fui convocado a reorganizar el Colegio Primero de Mayo, del CAFAE EsSalud, con la visión-misión  de superar su grave crisis. En mi primer día como su Director, al ver a los niños pequeños jugando en el patio, me asusté.  Tuve temor de malograr el destino de estos seres delicados. Haciendo acopio de todas mis energías físicas, mentales y éticas, y con la convicción que da el ser maestro, reuní al pleno de docentes y empleados, y colectivamente empezamos por reconocer que la institución estaba en profunda crisis, los ámbitos, dimensiones e implicancias de esta, y, ante todo y sobre todo, que hacer cambios fundamentales y no simples paliativos era nuestra principal contribución a la superación de tal estado de cosas. Todos nos comprometimos a realizar las transformaciones requeridas, asumiendo cada uno, personalmente y ante la comunidad educativa, su respectivo compromiso.
Entonces, ¡manos a la obra! El desarrollo de las nuevas experiencias de enseñanza y aprendizaje se realizó mediante los siguientes ejes transversales: Identidad e Interculturalidad,  Autonomía, Preservación del Medio Ambiente, Salud Integral e Investigación Científica.
La clave del éxito fue la combinación de sesiones bimensuales de evaluación del progreso de los proyectos, así como  de la capacitación docente en base a los últimos paradigmas y enfoques pedagógicos transformadores. Uno de los aportes  pedagógicos más interesantes fue el enfoque de formación integral a partir de situaciones y experiencias significativas, como la Feria de la Identidad, Primero de Mayo Día del Trabajo, Preservación del Medio Ambiente, Feria de Ciencias y otras; a partir de las  cuales se desarrollaron los contenidos de las áreas y asignaturas del currículo, proporcionando una alta significación y pertinencia a los aprendizajes.
Al poco tiempo, la Facultad de Educación de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos empezó a ejecutar algunas investigaciones pedagógicas en este renovado y protagónico Colegio. De la Pontificia Universidad Católica llegaron a nosotros  estudiantes de Educación a realizar sus prácticas preprofesionales. El Convenio Andrés Bello, con sede en Bogotá, empezó a difundir nuestros  logros iniciales a nivel de América Latina. La innovación pedagógica fue el eje convocante y movilizador de toda, absolutamente toda nuestra  comunidad educativa, particularmente de los padres y las madres de familias, que hombro a hombro con los maestros y maestras eran conscientes y activos integrantes de este proceso tan vital como inédito.
Recuerdo que  los niños y niñas de Educación Inicial, para jugar, tomaban posesión de la oficina del Director antes del inicio de clases, sin que afecte en nada el orden establecido. Se escuchaba el timbre para la formación y aquellos angelitos desaparecían como por encanto de ese ambiente; y como aún cojeaba  como consecuencia del mencionado   accidente, los pequeñines se turnaban para tomarme de las  manos y ayudarme a bajar las gradas del segundo al primer piso hasta ubicarme en el estrado donde presidía las sesiones de apertura de las actividades.
Cuando me despedí del Colegio,  porque el CAFAE había decidido convertirlo en un Policlínico; viene a mi mente y corazón que uno de los niños,  en plena asamblea general, subió al estrado, tomó el micrófono y a viva voz exclamó “¡Emilio, por favor, no te vayas!”,  y sin poder contener la emoción comenzó a llorar. (Juan Manuel: lectura del  fragmento de mi poema   La Escuela)
¡Quisieron destruir
la escuela!
pero volvieron los niños cantando.
Halaron sus pizarras
manchadas.


Entonces reinventaron
los cuentos,
las danzas,
las canciones.
Dibujaron
la escuela,
como el cielo,
el aire,
el corazón de la tierra,
la ciudad
y el campo.

¡Quisieron destruir
la escuela!
Pero el canto de las aves
y los niños
le dieron vida
para siempre”.


EN LA ESCUELA NACIONAL SUPERIOR DE FOLCKLORE
JOSÉ MARÍA ARGUEDAS
Como su Director, la ENSFJMA  nos  dio la oportunidad de sentar las bases  para una institución educativa de Educación Superior del más alto nivel académico, destinada a recuperar los fundamentos, concepciones y visiones, así como las prácticas de las culturas ancestrales, para replantear las concepciones, principios, objetivos, contenidos y métodos no sólo de la Escuela Nacional Superior de Folklore sino del sistema educativo.
El maestro Ídel Vexler Talledo, con una investigación, validó la propuesta curricular. Con la opinión favorable de nuestro genial educador, doctor  Wálter Peñaloza Ramella, quedó consolidada la concepción y el diseño de un currículo para la formación integral de docentes y artistas, articulados mediante la investigación de campo, los talleres de práctica y la extensión educativa.
Es innegable la contribución de la Escuela en la afirmación de la identidad y el diálogo intercultural mediante la divulgación de la música, la danza y otras expresiones tradicionales; con los Talleres de Extensión Educativa, el Conjunto Nacional de Folklore, la revista Cuadernos Arguedianos, los programas de radio y televisión, las visitas al interior del país y el extranjero. El trabajo de los Directores que me sucedieron, como los doctores Mily Ahón  Olguín y Roel Tarazona Padilla, han logrado nuestra Escuela formalmente tenga  ahora  la anhelada y justa categoría universitaria.

EN LA UNIVERSIDAD PERUANA CAYETANO HEREDIA
Finalmente, mi última experiencia de aprendizaje ocurre en el extraordinario esfuerzo de la Facultad de Educación de la Universidad Peruana Cayetano Heredia en contribuir con propuestas de calidad en formación docente en pre y postgrado, incorporando la investigación, así como los nuevos códigos y lenguajes modernos que demanda la revolución del conocimiento. El esfuerzo académico se enmarca en la perspectiva de un modelo de universidad para el desarrollo humano, es decir, articulado al proyecto histórico de país. Todo esto bajo el liderazgo del maestro y amigo  Manuel Bello Domínguez.
Mi experiencia docente me ha revelado la necesidad de configurar en nuestro Perú una pedagogía transformadora de la Educación, pero entendida y promovida como parte de un proyecto histórico de país y de nación. Los enfoques y modelos pedagógicos históricos y  críticos, la pedagogía de la liberación del extraordinario educador Paulo Freire y la pedagogía  intercultural crítica aparecen como ejes articuladores de la nueva educación que requiere nuestra Patria.

Hermanas y hermanos: Lleno de gratitud  por vuestra fraterna presencia en esta ocasión tan señalada de mi vida, que jamás la olvidaré porque honrar lo que hoy me honra es mi juramento ante ustedes y la institución que nos reúne, el Movimiento Cultural Capulí, Vallejo y su Tierra, nuevamente y de todo corazón agradezco esta trascendente distinción vallejiana,  Amauta del Perú Eterno. Esta medalla, que  luciré con especialísimo orgullo,   renueva mi leal compromiso con los educandos, las maestras y maestros de nuestro país, en la lucha por la conquista de un Perú justo y fraterno, de todas las sangres para todas las sangres.

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