TESTIMONIO
DE EDUCADOR
Disertación en la ceremonia
de distinción con la Orden Amauta del
Perú Eterno, otorgada por el Movimiento
Cultural Capulí, Vallejo y su Tierra, realizada en la Escuela Nacional Superior
de Folcklore José María Arguedas, en Lima, el viernes 30 de noviembre de 2012.
Distinguida
concurrencia: ¿Quiénes somos? ¿Qué condiciones sociales, culturales y educativas influyeron
decisivamente en nosotros? ¿De dónde venimos y cuál es nuestro norte? ¿Cuál es
el sentido de nuestra existencia? No pretendo dar respuestas, sino apenas ofrecer
mis experiencias personales de momentos trascendentes de mi dilatada labor
magisterial en torno a estas decisivas interrogantes.
Precisamente
por ello expreso mi mayor, imperecedera gratitud a los seres que me dieron el ser: a mi padre, don Felipe
Morillo Ponte y a mi madre, doña Elsa
Miranda Montero. Asimismo, a todos mis hermanos y hermanas, a mi familia íntima
y más inmediata, en especial a mi bienamada esposa Elsita, que con el más afectuoso esmero cuida mi vida. A mis hijos Camilo, Diana y
Tania, a quienes llevo siempre en mi corazón. A mis estimados suegros, don Juan
Encinas Valdivieso y doña Teresa Llanos Torres, que con su singular y
contagiante estado de ánimo están prestos a festejar las buenas noticias. A mi
sobrino Juan Manuel Rivera Encinas, por su valioso, solidario apoyo. Gracias infinitas
a todos ustedes, que constituyen mi familia grande, porque nos unen vínculos indisolubles, las luchas y
nuestros ideales comunes. Gracias, nuevamente y siempre, apreciado amigo y hermano Danilo Sánchez
Lihón, Fundador y Presidente de Capulí, Vallejo y su Tierra, Quijote de las
causas justas y de la brega hecha poesía, por promover este reconocimiento. Mi
emocionado reconocimiento a María Victoria González Lozano, maestra de
maestros, que esta noche me ha hecho revivir épocas de apasionada entrega
educadora y de audaces innovaciones pedagógicas. Mi acendrado afecto a usted, distinguido
doctor Wálter Vásquez Vejarano, ex
Presidente de la Corte Suprema y del Poder Judicial de la República del Perú,
por aceptar imponerme, desde vuestra nombradía, esta distinción que enalteceré siempre. Mi saludo
al Director General de la Escuela
Nacional Superior de Folklore José María Arguedas, doctor Roel Tarazona Padilla,
por su tan certera, generosa exposición, al maestro de maestros Javier Salas
Ávila Director de Difusión de la Escuela Nacional Superior de Folklore, amigo
entrañable, siempre dispuesto a ofrecer generosamente su solidaridad; y a los maestros
y maestras, a los estudiantes, y a los trabajadores administrativos de esta
institución, a la que siempre perteneceré, porque mi estancia en ella ha
impactado indeleblemente en mi ejercicio profesional.
Mi
vida ha sido y seguirá siendo una permanente experiencia de aprendizaje, y ello
se debe a las riquezas que he recibido y siempre acojo de quienes han
compartido y son parte de mi existencia.
MI INFANCIA
Vine
al mundo en el otro extremo de nuestra Patria. En los Andes Orientales, más allá del bravío río Marañón. Vi la luz en el anexo, de Huancas, Tayabamba, en la provincia de
Pataz, en la región La Libertad. Allí viví y sentí la aldea, un microcosmos en el que se
entrecruzan fenómenos contradictorios del prodigio de los frutos y las flores
de la naturaleza, las lluvias torrenciales que lo llevan todo, el mundo de la escuela y la cultura de la
celebración en las siembras y cosechas, así como las fiestas religiosas, y,
cómo no, las serenatas de los jóvenes a las muchachas. Escuché absorto relatos,
mitos y leyendas de la gente sencilla del campo. Allí bebí la primera leche de
la cultura. (Juan Manuel: lectura de un fragmento de mi poema Niño de
Huancas)
II
Bajan las aguas
del Purgatorio
ante los ojos temerosos
de los campesinos.
Imperceptible,
el culebrón
devora
el balido de los corderos,
las sementeras,
las esperanzas.
III
Pasaron los días.
A media mañana
llega feliz
la hora del recreo,
los trompos zumban
en torno a los tejos,
la ronda del lobo
con pallares
de varios colores,
los escondidos,
el callejón oscuro,
saltando en un pie
el mundo en piso seguro;
el melo no duele
en el jolgorio,
carga a la burra,
chócale para la salida.
Todo ello,
en el bullicio
de la escuela fiscal.
IV
Ya es agosto,
olorosas se
elevan
las nubes
de los hornos y
cocinas,
las dianas y
avellanas
llenan de
alegría
a niños y
jóvenes
del caserío.
Suenan los
cascabeles
de los
danzantes
al compás
de flautas y
bombos,
se agitan en el
aire
ágiles monterillos,
huaris
mitológicos,
indios campas y
pallas
en la fiesta
patronal.
La Escuela Fiscal
de Huancas brindaba educación solo desde transición hasta tercero de Primaria, todo a cargo de
mi maestro y padrino, César Viera Correa. La vida transcurría apacible.
En la fiesta
patronal me atraía especialmente la música de los danzantes, las trompetas a
dúo de las bandas de músicos de Queros, las orquestas de flautas de carrizo,
hojitas de yerba santa y eventualmente la guitarra del tío Eloy Viera Correa.
Mi mundo se amplió cuando fui a estudiar a Tayabamba, capital de la provincia. Nuevos amigos, entre
ellos Hugo Flores Escudero, Jorge Caballero Noriega y César Goicochea Escudero y
mis maestros Carlos Merino y Julio César
Escudero oliveros. En una velada cultural de la Escuela 281, a los 11 años, debuté
como músico. En dúo de quenas con Norman Guadiamos interpretamos El cóndor pasa, esta sobrecogedora, emblemática
canción nacional.
LOS MIGRANTES INVADIMOS LAS GRANDES CIUDADES
Fui parte del
movimiento migratorio del campo a la ciudad. Mi despedida fue dramática, un
desgarramiento afectivo. Mi viaje a Trujillo, un desastre. Me dio soroche. Con
Jorge Caballero Noriega, niños ambos, viajamos a la costa. Mi destino, Lima. (Interpreto,
en quena, el villancico Pastoras de
Huancas)
Llegamos trayendo el fiambre en nuestras alforjas y shicras, también ilusiones y sueños de
progreso. En Lima, desde los años 50 del siglo pasado, acontece un intenso diálogo intercultural, la
afirmación de identidades y el acrisolamiento de un país nuevo. Lo atestiguan
las miles de organizaciones, asociaciones y clubes de migrantes que celebramos
nuestras fiestas en íntima conexión con
nuestros lugares de origen. En la gran
ciudad, mis paisanos fueron emergiendo como pequeños y medianos empresarios
exitosos. Así se refiere José María Arguedas a este devenir, tan multitudinario
como refundacional: “Al inmenso pueblo de los señores hemos llegado y lo estamos
removiendo. Con nuestro corazón lo alcanzaremos, lo penetraremos”. Llegamos con los valores ancestrales
de nuestras culturas, como la afectividad, la reciprocidad y el trabajo colectivo.
En este escenario hemos participado activamente, escribiendo
y publicando en revistas como Vanguardia
Huancas, Amistad Patacina y Aky Pataz.
Integramos instituciones representativas
del entrañable terruño. Fuimos Presidente del Comité de Fiesta de San Cayetano de Huancas y de Santo Toribio
de Tayabamba, movilizando a cientos y miles de personas. Para asumir estas
importantes responsabilidades, previamente he bailado como huari a la edad de 5 años, tocado flauta con la danza de los Indios Campas, en las Navidades, y en
las fiestas de Los Reyes Magos con los migrantes de Taurija, en Lima. En ese
proceso alentamos, con Esteban Meza Correa, Edwin Sánchez Acosta y Alejandro
Goicochea Escudero, entre otros, la organización de las Noches Culturales “Los Tesoros escondidos de Pataz” como parte de
las Fiestas Patronales, que contribuyen afirmar nuestras identidades y
proyectos de vida colectivos.
EN LA REFORMA EDUCATIVA DE 1972
Como Entrenador de la Reforma de la Educación fuimos
protagonistas de una experiencia de transformación educativa articulada a
procesos de cambios estructurales en la sociedad peruana, protagonizados por el Gobierno Militar de
Velasco Alvarado. Se pasó de un régimen terrateniente y exportador de materias
primas a un proceso lento de desarrollo capitalista y del mercado interno.
La reforma educativa se orientó por los siguientes fines:
1. El trabajo adecuado al desarrollo integral del país; 2. El cambio estructural y el avance permanente
de la sociedad peruana; 3. La autoafirmación e independencia del Perú dentro de
la comunidad internacional; así como con
los principios de criticidad, creatividad y cooperación. Estuve en Abancay,
Ayacucho, Huaraz en las experiencias de
reentrenamiento docente, y después en Trujillo como Subdirector Departamental
de Educación con apenas dos años de servicios oficiales como maestro. En
Trujillo promovimos la elección de los primeros diez Directores de los Núcleos
Educativos Comunales, con la opinión favorable de los maestros, padres de
familia y autoridades locales, canalizados mediante una encuesta.
En 1974 se inició la implementación del primer ciclo de
la Educación Superior, con la organización y funcionamiento de las Escuelas
Superiores de Educación Profesional -ESEP. En estas circunstancias tuve la
ocasión de ser parte de la lucha contra el “caballo de Troya”, que significó la
presencia de la tecnología educativa
sistémica - TES, de fundamento estructural-funcionalista
y neoconductista, que pretendió distorsionar la orientación teleológica de la
reforma educativa mediante el control de las conductas. Desarrollé, en la ESEP
de San Miguel, en Lima, la investigación La
incompatibilidad de la tecnología
educativa sistémica en la formación integral del educado (con la que opté el
grado de Doctor en Ciencias de la Educación). Demostramos que, en la práctica,
la TES se dirigía en sentido contrario de la plasmación de los principios de
criticidad, cooperación y creatividad de la reforma de la educación.
El nefasto golpe de Estado de Morales Bermúdez frustró
esta experiencia sui géneris en el
mundo. Luego, el segundo Gobierno de Belaunde significó la restauración de la
educación tradicional, con un retroceso de 40 años.
FORMACIÓN INTEGRAL EN LA CANTUTA
Estudié primero y trabajé después en la Universidad Nacional
Enrique Guzmán y Valle - La Cantuta. Allí
asumí la concepción y la práctica de la formación integral del maestro y del
educando. Con mis compañeros, que también venían de diferentes lugares del
país, asumimos el compromiso de servir a
nuestro pueblo de todo corazón. En la década del 80, con los maestros
Diógenes Alminagorta de la Vega, Celestino Otiniano Arciniega y Cesar Bravo Lalangui,
previo diagnóstico integral de Chosica, desarrollamos exitosamente con los niños
y padres del tercer grado de Primaria de la Escuela-Laboratorio, el proyecto El Biohuerto. En esta experiencia se
articuló, con este eje transversal, el desarrollo de todas las áreas del
currículo. Constituyó uno de los
antecedentes de la experiencia e innovación pedagógicas que después se
cristalizarían en el Colegio Primero de
Mayo, en que ejercí, con entrega plena, su Dirección.
Como autoridad universitaria, en el Vicerrectorado de
Administración, empezamos a trazar las primeras ideas para dotar a La Cantuta
de un proyecto educativo estratégico a fin de enfrentar exitosamente los nuevos desafíos de la revolución del
conocimiento y las demandas de una
educación de calidad, pertinente y equitativa en el país. Este intento se
frustró debido a los tiempos aciagos de la guerra interna y del terrorismo que
ensangrentó inútilmente a nuestra Patria. La feroz dictadura tomó el control de
la Universidad y tuvimos que trasladarnos a otros escenarios para continuar con
nuestro compromiso docente.
Cuando me desempeñé como catedrático en la UNE sufrí un
grave accidente y tuve que dejar mi deporte favorito: caminar por los
desiertos, las cordilleras y la espesura de la selva. Este episodio me dio el
espacio para repensar mi destino y reubicar mi futuro plenamente en la
actividad educativa y cultural, en un contexto nacional y mundial signado por
la crisis de los proyectos sociales y políticos. (Juan Manuel: lectura de mi poema
Corazón de Maestro)
CORAZÓN DE MAESTRO
Llegaste nuevamente
a mi lecho de enfermo
con la frescura del guarango
el perfume de la yerba buena
y tu corazón de maestro.
Entonces
la felicidad desplazó
al dolor de mis metatarsos
como cuando
gozamos embriagados de la primavera
luego de haber llorado el invierno
o esperamos ansiosos el amanecer.
Llegaste muy a mi lado
trayendo la dulzura de los niños
el murmullo de las aves
como multitudes,
barbechando los embriones de la
aurora.
INNOVACIÓN EN EL COLEGIO PRIMERO DE MAYO
Después de un Concurso fui convocado a reorganizar el
Colegio Primero de Mayo, del CAFAE EsSalud, con la visión-misión de superar su grave crisis. En mi primer día
como su Director, al ver a los niños pequeños jugando en el patio, me
asusté. Tuve temor de malograr el
destino de estos seres delicados. Haciendo acopio de todas mis energías
físicas, mentales y éticas, y con la convicción que da el ser maestro, reuní al pleno de docentes y empleados, y colectivamente
empezamos por reconocer que la institución estaba en profunda crisis, los
ámbitos, dimensiones e implicancias de esta, y, ante todo y sobre todo, que
hacer cambios fundamentales y no simples paliativos era nuestra principal contribución
a la superación de tal estado de cosas. Todos nos comprometimos a realizar las
transformaciones requeridas, asumiendo cada uno, personalmente y ante la
comunidad educativa, su respectivo compromiso.
Entonces, ¡manos a la obra! El desarrollo de las nuevas experiencias
de enseñanza y aprendizaje se realizó mediante los siguientes ejes
transversales: Identidad e Interculturalidad, Autonomía, Preservación del Medio Ambiente,
Salud Integral e Investigación Científica.
La clave del éxito fue la combinación de sesiones bimensuales
de evaluación del progreso de los proyectos, así como de la capacitación docente en base a los
últimos paradigmas y enfoques pedagógicos transformadores. Uno de los aportes pedagógicos más interesantes fue el enfoque de formación integral a partir de
situaciones y experiencias significativas, como la Feria de la Identidad,
Primero de Mayo Día del Trabajo, Preservación del Medio Ambiente, Feria de
Ciencias y otras; a partir de las cuales
se desarrollaron los contenidos de las áreas y asignaturas del currículo,
proporcionando una alta significación y pertinencia a los aprendizajes.
Al poco tiempo, la Facultad de Educación de la
Universidad Nacional Mayor de San Marcos empezó a ejecutar algunas
investigaciones pedagógicas en este renovado y protagónico Colegio. De la
Pontificia Universidad Católica llegaron a nosotros estudiantes de Educación a realizar sus
prácticas preprofesionales. El Convenio Andrés Bello, con sede en Bogotá,
empezó a difundir nuestros logros iniciales
a nivel de América Latina. La innovación pedagógica fue el eje convocante y movilizador
de toda, absolutamente toda nuestra
comunidad educativa, particularmente de los padres y las madres de
familias, que hombro a hombro con los maestros y maestras eran conscientes y activos
integrantes de este proceso tan vital como inédito.
Recuerdo que los
niños y niñas de Educación Inicial, para jugar, tomaban posesión de la oficina
del Director antes del inicio de clases, sin que afecte en nada el orden
establecido. Se escuchaba el timbre para la formación y aquellos angelitos desaparecían
como por encanto de ese ambiente; y como aún cojeaba como consecuencia del mencionado accidente, los pequeñines se turnaban para
tomarme de las manos y ayudarme a bajar
las gradas del segundo al primer piso hasta ubicarme en el estrado donde
presidía las sesiones de apertura de las actividades.
Cuando me despedí del Colegio, porque el CAFAE había decidido convertirlo en
un Policlínico; viene a mi mente y corazón que uno de los niños, en plena asamblea general, subió al estrado,
tomó el micrófono y a viva voz exclamó “¡Emilio, por favor, no te vayas!”, y sin poder contener la emoción comenzó a llorar.
(Juan Manuel: lectura del fragmento de
mi poema La Escuela)
¡Quisieron destruir
la escuela!
pero volvieron los niños cantando.
Halaron sus pizarras
manchadas.
…
Entonces reinventaron
los cuentos,
las danzas,
las canciones.
Dibujaron
la escuela,
como el cielo,
el aire,
el corazón de la tierra,
la ciudad
y el campo.
¡Quisieron destruir
la escuela!
Pero el canto de las aves
y los niños
le dieron vida
para siempre”.
EN LA ESCUELA NACIONAL SUPERIOR DE FOLCKLORE
JOSÉ MARÍA ARGUEDAS
Como su Director, la ENSFJMA nos dio
la oportunidad de sentar las bases para
una institución educativa de Educación Superior del más alto nivel académico,
destinada a recuperar los fundamentos, concepciones y visiones, así como las
prácticas de las culturas ancestrales, para replantear las concepciones,
principios, objetivos, contenidos y métodos no sólo de la Escuela Nacional
Superior de Folklore sino del sistema educativo.
El maestro Ídel Vexler Talledo, con una investigación,
validó la propuesta curricular. Con la opinión favorable de nuestro genial
educador, doctor Wálter Peñaloza Ramella,
quedó consolidada la concepción y el diseño de un currículo para la formación
integral de docentes y artistas, articulados mediante la investigación de
campo, los talleres de práctica y la extensión educativa.
Es innegable la contribución de la Escuela en la
afirmación de la identidad y el diálogo intercultural mediante la divulgación
de la música, la danza y otras expresiones tradicionales; con los Talleres de
Extensión Educativa, el Conjunto Nacional de Folklore, la revista Cuadernos Arguedianos, los programas de
radio y televisión, las visitas al interior del país y el extranjero. El
trabajo de los Directores que me sucedieron, como los doctores Mily Ahón Olguín y Roel Tarazona Padilla, han logrado nuestra
Escuela formalmente tenga ahora la anhelada y justa categoría universitaria.
EN LA UNIVERSIDAD PERUANA CAYETANO HEREDIA
Finalmente, mi última experiencia de aprendizaje ocurre
en el extraordinario esfuerzo de la Facultad de Educación de la Universidad
Peruana Cayetano Heredia en contribuir con propuestas de calidad en formación
docente en pre y postgrado, incorporando la investigación, así como los nuevos
códigos y lenguajes modernos que demanda la revolución del conocimiento. El
esfuerzo académico se enmarca en la perspectiva de un modelo de universidad
para el desarrollo humano, es decir, articulado al proyecto histórico de país.
Todo esto bajo el liderazgo del maestro y amigo Manuel Bello Domínguez.
Mi experiencia docente me ha revelado la necesidad de
configurar en nuestro Perú una pedagogía transformadora de la Educación, pero
entendida y promovida como parte de un proyecto histórico de país y de nación.
Los enfoques y modelos pedagógicos históricos
y críticos, la pedagogía de la
liberación del extraordinario educador Paulo Freire y la pedagogía intercultural
crítica aparecen como ejes articuladores de la nueva educación que requiere
nuestra Patria.
Hermanas y hermanos: Lleno de gratitud por vuestra fraterna presencia en esta
ocasión tan señalada de mi vida, que jamás la olvidaré porque honrar lo que hoy
me honra es mi juramento ante ustedes y la institución que nos reúne, el
Movimiento Cultural Capulí, Vallejo y su Tierra, nuevamente y de todo corazón
agradezco esta trascendente distinción vallejiana, Amauta del Perú Eterno. Esta medalla, que luciré con especialísimo orgullo, renueva mi leal compromiso con los
educandos, las maestras y maestros de nuestro país, en la lucha por la
conquista de un Perú justo y fraterno, de todas las sangres para todas las
sangres.
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