LA DEUDA EXTERNA ES IMPAGABLE

CÓMO SE ORIGINÓ LA DEUDA EXTERNA

JOSÉ DIEZ

Dicen que todo empezó como jugando y yo nacería 127 años después; o sea, a partir de 1821.

La repartición de las mentiras históricas empezó con las independencias territoriales.

El rompecabezas tendría así su administración con las bestias que impartirían préstamos millonarios

desde la Casa Blanca.

Luego militarizaron (el sub continente). Armó a cada país con el cuento gringo de la defensa Nacional

y desató la violencia entre países hermanos.

La más cruel fue la guerra del Chaco, entre Paraguay y Bolivia, mayoría de indios utilizados

en esos contingentes de la muerte. La triple alianza: Argentina, Brasil y Uruguay contra el Paraguay.

Perú y Chile, la guerra del guano. Y las divisiones centroamericanas, visto así a grandes rasgos.

Todos los gobiernos solicitaron préstamos y todos ellos robaron. Fue el comienzo de la trágica odisea.

Vino el periodo de calma para normalizar las relaciones diplomáticas con el amigo económico

y “amigo de la democracia”, en los años 30 del siglo pasado.

La tecnología incipiente ya había puesto manos a la obra con los poderosos bulldozer en la extracción

de minerales. Sacaron oro, plata, cobre, platino, hierro, mercurio, uranio, casi todas las piedras preciosas

aplicables a la industria norteamericana.

El segundo paso sería el Petróleo; y el amigo económico viajaría por su “patio trasero” para expiar

el mercado y los países con este tipo de recursos en 1950.

El milagroso amigo de la democracia echó ojo a México, Venezuela, Brasil, las Antillas, Argentina,

Perú y entre otros, Colombia y Ecuador.

El amigo de lo ajeno planificó con mayor astucia el control de sus “bienes” y declaró

a la ideología comunista como el peligro frontal contra sus intereses económicos, en nada ideológico,

sino, doctrinario. La doctrina que enseña a esclavizar al hombre remunerado con “decencia”.

Trabajar por dinero en el comercio de la prostitución.

Desató las guerras civiles inspiradas en España, para que los préstamos fueran más alentadores

con el negocio de las armas, creando el infierno vertiginoso de la crueldad, con el rostro de los dictadores,

únicos responsables del saqueo de la Nación con cuentas fabulosas en la First National City Bank

y entidades suizas, las más super ladronas. Trujillo, Balaguer, Somoza, Stroessner, Odria,

los indeseables de la corrupción y del patriotismo.

Los tarados gobernantes no sabían nada de economía y si sabían, le temerían a la pena de muerte.

La era de los INTERESES había tocado a fondo para el gran señor de los robos inter-continentales.

El Petróleo refinado se vendía en el año 70 entre 11 y 20 dólares el barril. Lo que quedaba del producto

extraído cuando no era un país industrial, lo regalaban.

Esos regalos fueron millonarios y macabros.

Y en las altas Torres Gemelas crecían los intereses de una forma mágica, de una forma abusiva,

de una manera expansiva y pragmática.

La esquizofrenia del gangster consistía en almacenar las deudas de un país y multiplicarlas anualmente

con mucha parsimonia.

200 millones de dólares con 10% de intereses representaban 220 millones de estrés para el deudor.

Todos los ciudadanos de ese entonces no carecían de lógica, sino, de represión.

Y Pinochet ni bajándose los pantalones hubiese podido pagar esa deuda, salvo, si les llenara la tierra

de petróleo, sin dejar árboles ni bosques y territorios sin vida.

Así es el estilo de vida del marrano.

Como dice mi amigo Guillermo Bermejo: No perdono. No olvido. No me reconcilio.

Los que ellos denominaron deuda externa, es la que ahora tienen que pagar incluyendo al resto

de naciones capitalistas. La devolución de la tierra a los mestizos del sur. Porque lo que les espera

ya se siente con los inicios del siglo en llamas. Las revueltas de agosto 2011 en Gran Bretaña.

La caída de las bolsas y el fracaso bancario de EU y la CE.

El abarcar aprieta las distancias, congestiona los sentimientos.

Cuando los pueblos deciden explotar no hay manera de contenerlos, no hay juego político

sino la verdadera necesidad de cambiarlo todo.

Todo gobernante sabe en lo que se mete y las consecuencias que trae.

Un país con propiedad dictamina sus leyes y castigos y. todo represor no puede ser invulnerable

ante la justicia.

El cuento gringo juega con estos parámetros porque es un inmoral a los principios. Sus crímenes

son incontables, en Corea, Japón, Eritrea, Líbano, Afganistán, Vietnam, Iraq, Libia, Panamá…

A donde llegan acaban con todas las especies, sean negros del Congo o leones de Botswana.

Sus escrúpulos son ilimitados, no les importa dónde caiga sus bombas, igual les da en las entrañas

del océano, en una escuela pública, en un hospital de ancianos.

Son impersonales cuyo espíritu se manifiesta en propiedades, guerras, invasiones, martirios y tristeza universal