El frío y la indiferencia
Autor: Patricia del Río
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la noticia que acapara titulares en estos días es cuántos chicos de colegios privados podrían estar contagiados de la peligrosa gripe AH1N1, y qué debemos hacer al respecto. El tema es importante, qué duda cabe, pues se trata de una epidemia mundial que los medios de comunicación han estado cubriendo paso a paso. Sin embargo, lo que hace más atractiva la información (y acá está la cereza de la torta) es que la enfermedad no se ha colado a nuestro país por la puerta falsa de la pobreza y la marginación, como sí lo hizo el cólera, sino que se ha instalado en los hogares de la privilegiada clase alta limeña. Está claro, entonces, que despierta más interés el resfriado de un muchacho que contrajo gripe mientras vacacionaba en Punta Cana que la muerte de un bebé de ocho meses que falleció de hipotermia en la Carretera Central, porque una protesta minera dejó varado cinco horas el bus en el que viajaba con su madre. Escuché el miércoles esta triste noticia por la radio, y no he podido encontrar más información al respecto porque no ha merecido mayor rebote ni cobertura. Así funciona la lógica de las noticias, y tratar de solaparlo sería hipócrita. Al periodismo y al público en general les interesa saber que los ricos también lloran, y les despierta morbo enterarse de que, en Las Casuarinas, la gente se puede matar con la misma violencia que en los Barracones del Callao. Sin embargo, que así funcionen las cosas para los medios de comunicación no quiere decir que así tienen que funcionar para el Gobierno. Se supone que la vida de todos los peruanos debería tener el mismo valor para el Estado, pero eso no está ocurriendo: mientras hay presupuestos especiales y personal hipercalificado recogiendo muestras de posible gripe AH1N1 en Surco y en La Molina, en Puno ya murieron 27 niños por infecciones respiratorias; en Cusco se van contabilizando 15 casos, y en Huánuco, 13. Muchos de estos niños viven en zonas rurales, alejados de centros de salud, y en sus casas y escuelas no tienen cómo protegerse del frío. Algunos mueren en sus hogares sin que nadie se entere; otros llegan muy tarde a los hospitales, después de viajar horas en medio de las heladas. También hay los que, habiendo llegado a un centro de salud a tiempo, no reciben atención porque no están inscritos en el SIS (Seguro Integral de Salud). Si bien, todos los años, el Ministerio de Salud hace esfuerzos por evitar que más niños sigan enfermando de IRAS (infecciones respiratorias agudas), de nada servirán estas medidas si, tal como señala el doctor Uriel García, no se mejora la calidad de vida de los peruanos sumidos en la más terrible pobreza. No es el frío lo que mata día a día a nuestros niños en la sierra sur, ni siquiera la neumonía o la influenza. Sus peores enemigos siguen siendo la miseria y la indiferencia.
sábado, 23 de mayo de 2009
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Jimmy, está Genial esta Entrada de denuncia a la situación de Pobreza, Miseria, Abandono e Indiferencia que sufren muchas Ciudades y Pueblos de Perú,...debidas sobre todo a la corrupción política, económica, y a la indiferencia de la Comunidad Internacional claro.
ResponderEliminarPor Cierto Jimmy, están todas las Entradas de las que me has hablado en el correo, pero estan encuadradas en el mes de Abril, hay que ir al mes de abril y pinchar para ver todos los blogs de ese mes, porque los que aparecen a la vista son siempre los escritos en el mes actual, en el que estamos..., asi que Tranquilo que no han desaparecido, simplemente estan dentro de Abril. Un Abrazo Enorme y Besos:
Mariaje